EN SU 553 ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACIÓN COMO PRINCESA HEREDERA AL TRONO DE CASTILLA
Un año más la situación actual
nos impide rendir homenaje a la reina Isabel como hubiera sido nuestro deseo. Valga
este artículo sobre la relación que mantuvo con Casarrubios del Monte para
recordarla.
El trabajo ha sido laborioso por no hallar el documento en cuestión o más datos con los que seguir la investigación del cómo y por qué se llevó a cabo la dicha concesión del mercado a Casarrubios del Monte. Lo primero era conocer la fecha de la firma de ese privilegio. Una vez conocida, sería más fácil saber dónde se encontraban los reyes en ese momento. Por fin se pudo dar con la fecha de la firma del documento: 20 de abril de 1477. Al buscar el lugar donde se podrían encontrar los reyes ese día, el descubrimiento fue sorprendente, ¡¡En Casarrubios del Monte!!
A pesar
de no encontrarse siempre documentadas la totalidad de las visitas realizadas
por la reina, sola o acompañada, por los cronistas a nuestra villa, esta visita
de tres días se encontraba perfectamente registrada, y se ajustaba a la fecha
de la firma de la concesión del mercado.
Se trataba de la tercera
visita que, ya como reina, Isabel de Castilla realizaba a Casarrubios del
Monte. Hacía poco más de dos años de su coronación en Segovia, en plena guerra
de sucesión a la corona de Castilla, la reina volvió a visitar nuestra villa
acompañada de su marido el rey Fernando, dándose la circunstancia que, el rey, era
hijo de doña Juana Enríquez, antigua señora de Casarrubios, villa que recibió
por herencia de su madre Mariana de Ayala.
Los Reyes procedentes
de Madrid, habían llegado a Móstoles el día 17. Al tercer día partieron
tranquilamente para Casarrubios, saboreando los últimos días juntos antes de
que los asuntos de estado les obligaran a separarse. Era jueves, 19 de abril de
1477. En esos tres días firmaron varios documentos[1],
entre los que se encontraba la concesión a la villa de Casarrubios del Monte de
un privilegio para poder celebrar un mercado franco semanal en el que serían
libres todos los que vinieren a vender a este mercado, sin poder ser presos ni
ejecutados por ninguna deuda hasta volver a sus casa.
Tal deferencia con nuestra
villa solo podía venir por dos motivos. Una vez más, la reina tenía muy en
cuenta a su villa, la que no dejó de visitar desde los dieciséis años en que,
por vez primera, vino a tomar posesión de ella y, ahora, camino de Guadalupe,
no iba a dejar de pasar por ella sin visitarla. En esta situación, parece ser
norma, recibía al concejo de la villa cada vez que la visitaba, quienes le presentaba
sus respetos y, siempre que podían, le ofrecían alguna pequeña fiesta, momento aprovechado
por el concejo para solicitar algún tipo de merced o necesidad para el pueblo,
por lo que parece que la concesión pudo deberse a dos cosas: una, que el
privilegio concedido fuera cosa de la reina u, otra, se tratara de una petición
del concejo, al que la reina accedió de
inmediato y, dado que ambos, rey y reina, se encontraban en Casarrubios, la
concesión fue firmada por ambos[2] el 20
de abril de 1477[3]
en el trascurso de esa visita.
Esta concesión
no fue la única merced concedida por la reina esos días, sino que, a los
catorce días firmó una orden al concejo y vecinos de la Torre de Esteban
Hambran[4]
de no entrar en los términos de Casarrubios, y una carta[5] autorizando
la posesión y el derecho de los vecinos de Casarrubios a cortar leña y pastar
sus ganados en los términos de la villa. Peticiones claramente realizadas por
el concejo de Casarrubios a la reina en su reciente visita, y concedidas por la
reina el 5 de mayo de 1477, nada más llegar a Guadalupe. Se supone que, esta
tardanza de catorce días se debiera a consultarlo con sus juristas.
Al finalizar la visita los reyes tenían decidido marchar para Andalucía,
pero los problemas con Portugal y otros asuntos requerían la presencia de ambos
y les obligaron a tomaran caminos diferentes. Los esposos se despidieron en
Casarrubios el día 21 de septiembre de 1477 y, la reina, acompañada de parte
del séquito tomó el camino de Talavera para dirigirse a Guadalupe a celebrar
las exequias por su hermano el rey Enrique IV, cuyo cuerpo sería trasladado al
monasterio de los jerónimos, y el Rey partió para Medina del Campo, desde donde
marcharía al cerco de Castro Nuño y Cantalapiedra en guerra con Portugal.[6]
La investigación histórica
nos sorprende constantemente con datos de miembros de la familia real relacionados
con nuestra villa que la hacen isabelina por excelencia. La valiosa referencia encontrada
en el libro de cuentas del príncipe Juan y su afición a los toros,[7]
en la que entrega 992 maravedíes a uno que
esperó el toro en Casarrubios y le rompió la ropa, nos descubre la
presencia del príncipe en esta villa, y asegura de que ya se corrían toros en
ella en el siglo XV.
Aunque no se especifican
fechas, la visita del príncipe pudo realizarse en los años previos a su
fallecimiento ocurrido en 1497, aunque también pudiera haberse realizado entre
este año y 1488, cuando comienzan a registrarse los gastos sobre las aficiones
y juegos del príncipe.
El correr los toros era una vieja
tradición casarrubiera adquirida desde antiguo con el mercado de ganados
celebrado a finales del verano, (en otro artículo se hablará de los tres
mercados existentes en Casarrubios del Monte) y la forma que tenía el concejo
de agasajar a las ilustres visitas. La primera anotación sobre correr toros
data de marzo de 1467, en las celebraciones ofrecidas en honor a la infanta Isabel
cuando vino a tomar posesión de la villa.
Valga este artículo como homenaje
a la reina en un año en el que no se ha podido realizar debidamente, esperando
vencer la presente situación, y el próximo año podernos reunir todos: pueblo de
Casarrubios del Monte con su Ayuntamiento a la cabeza, Asociación C. Princesa
Isabel y Noble capítulo de Caballeros y Damas de la Reina, a rendir homenaje a esta
figura de gran talla humana y política, que supo ganarse el cariño de nuestro
pueblo al que siempre llevó en su corazón. Mientras tanto, hagamos nuestra su célebre
frase:
No mostremos miedo ni
debilidad ante la adversidad, eso nos hará más fuertes.
[1]
Anécdotas y curiosidades en la Historia de Casarrubios del Monte. - Fausto
Jesús Arroyo López.
[2] Las
peticiones solían realizarse a la reina por ser la poseedora de la villa.
[3] La
concesión sería ratificada poco tiempo después por los RR.CC. en Medina de
Rioseco a instancia del Almirante de Castilla.
[4]Al concejo y
vecinos de la villa de Torre, a petición del concejo y vecinos de Casarrubios
del Monte, ordenándoles que no entren en sus términos. Guadalupe, 05-05-1477.-
RGS,147705,177.
[5] Carta
a petición del concejo y vecinos de la villa de Casarrubios del Monte para que,
si éstos estuvieren en posesión del derecho a cortar leña y a llevar a sus
ganados a pacer en ciertos términos de dicha villa, les amparen en su posesión.
Guadalupe, 05-05-1477.- RGS,147705,186
[6]
Anécdotas y curiosidades en la historia de Casarrubios del Monte, - Fausto J.
Arroyo.
[7]
Cuadernos de investigación histórica: EL príncipe don Juan, heredero de los
Reyes Católicos en el V centenario der su nacimiento (1478-1497)