jueves, 20 de junio de 2019

LA DESAPARICIÓN DEL HOSPITAL DEL CORPUS CHRISTI DE CASARRUBIOS DEL MONTE



Muchos nos habremos preguntado alguna vez el por qué dejó de funcionar el hospital del Corpus Christi que estuvo dando servicio e nuestra villa desde el siglo XVI al XIX.

Tras el decreto de expulsión de los judíos por los Reyes Católicos en 1492 la gran aljama, o colonia judía de Casarrubios, una de las más importantes del arzobispado de Toledo, junto con la de Maqueda, Ocaña, Talavera y Toledo, debía abandonar la villa, dando por acabada la convivencia que habían mantenido desde siempre las dos culturas.

Una ley de 1480 ya venía obligando a los judíos a vivir separados de los cristianos con la idea de evitar el judaísmo. Habilitándoseles unas zonas, o guetos, llamados juderías, cosa que en Casarrubios fue imposible llevar a cabo debido a la convivencia tan estrecha que mantenían debido a los oficios y trabajos de unos y otros que la Inquisición ya se encargó varias veces de castigar. No obstante, los judíos, con sus ritos, leyes y costumbres, llevaban asentados en la judería desde, al menos, principios del siglo XIII[1], limitada por las calles Hospital y Pósito. Desde la Veracruz hasta la carretera, e incluía sinagoga, baños y la casa del rabí.

Aunque varias casas de la judería pertenecían a los frailes de San Agustín por donación que doña Inés de Ayala, Señora de Casarrubios, había hecho como cambio de los 74.000 maravedíes que su esposo, don Diego Gómez de Toledo, les había prometido para acabar el convento, donde luego sería enterrado, muchos se vieron forzados a malvender casas, propiedades y negocios que fueron a parar a las familias más acomodadas o a la hidalguía, en cuyos solares, algunos, levantaron sus casas como los Delgado o los Rojas. La judería paso a otros dueños a excepción de la sinagoga, los baños y la casa del rabí, que no pudieron ser vendidos por pertenecer al municipio.

Al quedar sin uso la sinagoga, esta fue utilizada como hospital para necesitados, y cincuenta años más tarde, en 1555, el hospital fue restaurando o modificado por el cura de la parroquia de San Andrés, el hidalgo Rodrigo de Vivar[2], ampliándolo con los baños de la sinagoga y la casa del rabí. El nuevo hospital también daría servicio a los transeúntes que, a su paso por el camino real que unía la corte con el reino de Portugal, se veían necesitados de ciertos auxilios. El hospital era tutelado por la cofradía del Santísimo Sacramento, cuyos cofrades velaban por el buen funcionamiento y el cuidado de sus rentas. En 1794 don Antonio de Arce y Acuña lo demolió y edificó uno nuevo, cuyo edificio ha llegado a nuestros días.

Tras la invasión francesa, el gobierno opresor exigió grandes impuestos a las propiedades del hospital, no pudiendo hacer frente a ello, debido a que las rentas producidas difícilmente mantenían el hospital y enfermos. No teniendo el capital necesario para hacer frente a dichos impuestos, las fincas fueron requisadas y mal vendidas, dejando al hospital sin medios necesarios para su funcionamiento. 
  
Firmado por don Roque Ramón Garrido.
El 16 de octubre de 1814 la cofradía del Santísimo Sacramento como patronato del hospital del Corpus Christi, celebró capítulo sacramental convocando a los sujetos que habían comprado y poseían las tierras del citado hospital, haciéndoles entender la obligación que tenían de pagar las rentas de todos los años que las habían tenido, los que se negaron abiertamente al pago de rentas atrasadas, sujetándose solo al de las sucesivas del año actual.

Ante tal negativa, acordaron emprender acciones legales que llevaran a la recuperación de las fincas, siendo comisionados para ello los siguientes miembros del cabildo: D. Luis Martín Ángel, cura propio; don Manuel Sanz y Casillas, presbítero y el licenciado don Rodrigo Pascual Benítez, abogado de los Reales Consejos. Todos vecinos de Casarrubios del Monte. Poder que se otorgó ante el escribano del número de la villa de Casarrubios el 10 de febrero de 1815.

Unos días después, el 18 de ese mismo mes, los comisionados dieron poder ante el escribano de número y juzgado de Casarrubios, don Roque Ramón Garrido, quien extendió el presente certificado a favor de don Andrés Gilavert, vecino de la villa y corte para presentar demanda en este sentido, solicitando mandato a los actuales poseedores de las tierras a pagar inmediatamente al administrador del hospital las rentas devengadas durante todo el tiempo que las habían disfrutado, o las dejaran libres para su arrendamiento a pública subasta, según estaba establecido en su fundación y sea observado en mayor beneficio de los pobres enfermos.

El 14 de marzo de 1815 D. Andrés Gilavert le pasa la autorización recibida a los procuradores don José Mª Sanz y a don José Charco que presentan en el tribunal de Madrid[3] donde se iniciaría el pleito pero, el 28 de ese mismo mes y año, la fiscalía de Madrid respondió que en vista del expediente presentado, las fincas que reclaman los comisionados del hospital de Casarrubios no fueron vendidas por el gobierno intruso, ni sus agentes, ni en clase de bienes nacionales o confiscados, que fueron enajenadas por el ayuntamiento de aquel pueblo de propia autoridad y, aún sin repugnancia de los representantes del hospital y en incongruencia, entiende el fiscal que no corresponde a la Junta conocer en este negocio y que, por lo tanto, podría servirse mandar que los comisionados usasen de su derecho donde y como corresponda o determinara, sin embargo,  lo más acertado. Madrid y marzo 28 de 1815.

La falta de rentas dejaba desamparados a los pobres enfermos abandonados a sus dolencias, viendo con dolor en personas acomodadas los auxilios destinados a su curación y socorro, por lo que el hospital se vio obligado a no admitir más enfermos y cerrar sus puertas.



[1] Anécdotas y curiosidades en la historia de Casarrubios del Monte.- Fausto J. Arroyo López.
[2] Anécdotas y curiosidades en la historia de Casarrubios del Monte.- Fausto J. Arroyo López.
[3] Hasta 1832 la villa e Casarrubios del Monte pertenecía a Madrid.


Fausto Jesús Arroyo López.