A finales del 2011 terminé
de escribir el libro “Casarrubieros” que, por cuestiones de austeridad, aún no
ha sido publicado. En él doy cuenta de más de un centenar de hijos ilustres de
esta villa, que destacaron en los siglos XV al XIX y de los que habla la
historia.
Mi propósito ha sido darles
a conocer, sobre todo en Casarrubios, donde nacieron y caminaron, sin recibir
el más mínimo homenaje de sus paisanos. Ninguno de ellos han sido “profeta en
su tierra”, en la que poco, o nada, se conocen sus andanzas, a pesar de
distinguirse en armas, religión, política, medicina, farmacopea, literatura,
docencia, etc., incluyendo en el mismo a cuantos decidieron tomar el camino de
las Indias, recientemente descubiertas, como conquistadores o colonos. De
cualquier forma, pioneros en ellas
Siguiendo el propósito de que dicho libro
fuera escrito íntegramente por casarrubieros, nada mejor que pedir a otro
querido paisano, me lo prologara, quien de haber continuado el libro hasta
nuestros días, a buen seguro contaría entre sus páginas. Tenemos la suerte que esté entre nosotros y, al igual que los anteriores, tampoco, es profeta en su
tierra, pero sí fuera de ella, donde recibe cantidad de homenajes. El próximo 15 de
noviembre se le rinde uno muy especial y merecido en la localidad de
Candeleda (Ávila), población que ha
decidido poner su nombre a una calle de la localidad, en la que ha llevado la
dirección de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de la Edad del
Hierro de El Raso. Ceremonia a la que he tenido el honor de ser invitado.
Se
trata de D. Fernando Fernández Gómez,
un casarrubiero que nació hace 73 años en la calle del Embudillo y que muy
joven se trasladó a Madrid, donde cursó estudios y se doctoró en Historia por la
Universidad Complutense. Sin olvidar el pueblo que le vio nacer, a él volvía cada
verano a pasar unos días en compañía de familiares y amigos con los que jugar
sus partidos de futbol en eras y calles, y donde aún le sigue recordando.
Afincado en Sevilla, nunca ha renunciado a su naturaleza casarrubiera que
pregona siempre que la ocasión se presenta.
Don Fernando ha dedicado su vida a la historia y a la arqueología, es miembro del Instituto
Arqueológico Alemán y de la Institución Gran Duque de Alba, del Consejo
Superior de Investigación de Ávila, y Académico de la Real Academia de Bellas
Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla de la que es su Secretario General.
Además ha desempeñado los cargos de Profesor de Prehistoria en la Universidad
Complutense de Madrid, Profesor del Master de Museología de la Universidad
Complutense de Madrid, Conservador del Museo Arqueológico Nacional de Madrid,
Director de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de la Edad del
Hierro de El Raso de Candeleda (Ávila), desde 1970, Como responsable de las excavaciones
de urgencia en la provincia de Sevilla ha dirigido excavaciones en el casco
urbano de la capital, en Valencina de la Concepción, necrópolis de Chichina
(Sanlúcar la Mayor), basílica de Gerena, Cerro Macareno (La Rinconada), Orippo
(Dos Hermanas), y otros yacimientos.
Director de los
Conjuntos Arqueológicos de Itálica y Carmona, y del Museo Arqueológico de
Sevilla durante 25 años, miembro de la Junta Superior de Museos del Ministerio
de Cultura, Director de excavaciones en las misiones arqueológicas de Egipto y
Sudán, Director del Equipo de Investigación del Museo Arqueológico de Sevilla,
Conservador Jefe del Departamento de Investigación del Museo Arqueológico de
Sevilla,
Miembro de diversos equipos de investigación,
es autor, sólo o en colaboración con los miembros de los otros equipos, de más
de un centenar de publicaciones, entre las que merecen destacarse:
"Excavaciones arqueológicas en El Raso de Candeleda", Ávila, 1986;
"La basílica y necrópolis paleocristianas de Gerena", Noticiario
Arqueológico Hispánico, 1987; "La Lex Irnitana y su contexto
arqueológico". Sevilla, 1990; "La Edad del Hierro", en Historia
de Ávila, Ávila, 1995; "El Senadoconsulto de Gneo Pisón padre",
Sevilla, 1996; "Excavaciones en la necrópolis de Las Guijas”, Valladolid,
1998; "D. Demetrio de los Ríos y las excavaciones de Itálica, a través de
sus escritos", Córdoba, 1998; “Nuevos testimonios andaluces de la
legislación municipal flavia”, Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 141,
2002; “Tartessos. The Ouset: contacts with other
medoiterranean peoples”, en Sea routes... From Sidon to Huelva. Interconnections in the
Mediterranean. 16th-6th B.C. Atenas, 2003; “Arqueología del Bajo Guadalquivir:
Del Neolítico a Roma”. Córdoba. Fundación Caja Vital. Vitoria, 2004; “Guía del
Museo Arqueológico de Sevilla”, Sevilla, 2005, Consejería de Cultura de la
Junta de Andalucía.
Entre los diversos
homenajes, recientemente ha recibido uno académico, otorgado en la ciudad
hispalense, por la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva y presidido
por el Ayuntamiento de esa ciudad, en el que estuvieron presentes numerosos
representantes de las entidades que componen la Plataforma Ciudadana por los
Parques y Jardines de Sevilla, como la presidenta del Club UNESCO de esa ciudad
Desde estas páginas que
hablan de historia, como único medio a mi alcance, quiero homenajear como se
merece a este ilustre personaje, dándole a conocer entre sus paisanos,
haciéndole profeta en su tierra y añadiéndole a ese centenar de paisanos
distinguidos nacidos en esta villa, porque don Fernando Fernández Gómez es
parte de la historia de Casarrubios del Monte.
Amigo Fernando, enhorabuena
y un fuerte abrazo.
Es de agradecer la información. No conocia a este ilustre casrrubiero
ResponderEliminarPedazo curriculum, todo un personaje.
ResponderEliminar¡¡¡ENHORABUENA!!!
Es una pena que a tan ilustre personaje no se le de el merecido reconocimiento en el pueblo que le vió nacer.
ResponderEliminarTenemos mucho patrimonio, no solo "material", también cultural. Una buena forma de reconocimiento a nuestros ILUSTRES que además hará que todos los vecinos se sientan muy orgullosos de su Pueblo, sería que todos estos personajes tuvieran dedicada una calle y ser nombrados colectivamente hijos predilectos del pueblo; con D. Fernando aún estamos a tiempo antes que sea a título póstumo
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